La viruela de los simios o del mono — monkeypox en inglés (MPX)— es una enfermedad infecciosa rara causada por el virus de la viruela de los simios. Es una enfermedad que se puede transmitir de los animales a las personas (zoonosis). No obstante, el virus se encuentra en algunas poblaciones animales (principalmente roedores o primates) en zonas de África central y occidental. 
 
Antes del brote de 2022, casi todos los casos de viruela de los simios en personas de fuera de África estaban vinculados a viajes a alguno de los países donde la enfermedad se produce habitualmente, o al contagio por animales importados. 
 
Los casos que se están notificando actualmente en diversos países son inusuales, pues la mayoría no tienen vínculo alguno con viajes a dichas zonas de África. 

La viruela de los simios puede transmitirse a cualquier persona por medio de un contacto estrecho y personal, a menudo piel con piel, incluidos los siguientes: 
 

• Contacto directo con la erupción que la enfermedad puede provocar, las costras o los fluidos corporales (como los fluidos, el pus o la sangre de las lesiones cutáneas) de una persona que tenga la viruela de los simios. 
• Tocar objetos, tejidos (ropa, ropa de cama o toallas) y superficies que haya usado alguien que tenga la viruela de los simios. 
• Contacto con secreciones respiratorias. 
   

El contacto directo puede producirse durante el contacto íntimo. Incluye lo siguiente: 
 

• Tener sexo oral, anal o vaginal con una persona que tenga la viruela de los simios, o bien tocarle los genitales (pene, testículos, labios de la vulva y vagina) o el ano. 
• Abrazarse, hacer masajes y besarse. 
• Contacte prolongado frente a frente. 
• Durante la relaciones sexuales, tocar tejidos y objetos que haya usado una persona que tenga la viruela de los simios y que no se hayan desinfectado, como ropa de cama, toallas, material fetiche y juguetes sexuales. 
   

Una persona que tiene la viruela de los simios puede infectar a otras personas desde el momento en que empiezan los síntomas hasta que la erupción se ha curado completamente y se ha formado una capa nueva de piel. La enfermedad suele durar entre dos y cuatro semanas. 
 
Además, las embarazadas pueden transmitir el virus al feto a través de la placenta. 
 
En algunas partes de África occidental y central, la viruela de los simios también puede contraerse de roedores infectados (como ratas, ratones y ardillas), ya sea por un arañazo o un mordisco del animal o preparando o comiendo carne o utilizando productos de un animal infectado. 

Las personas que tienen la viruela de los simios presentan una erupción que puede localizarse en los genitales (pene, testículos, labios de la vulva y vagina) o en el ano, o cerca de dichas zonas, pero puede aparecer en otras áreas, como las manos, los pies, el pecho, la cara y la boca: 

• La erupción pasa por varias etapas, incluyendo costras, antes de curarse. 
• Al principio, la erupción puede tener el aspecto de granos o ampollas y puede doler o picar. 

Otros síntomas de la viruela de los simios: 

• fiebre 
• dolor de cabeza 
• dolores musculares y de espalda 
• ganglios linfáticos inflamados 
• escalofríos 
• agotamiento 
• síntomas respiratorios (por ejemplo, dolor de garganta, congestión nasal o tos). 

Se pueden presentar todos los síntomas o solo algunos: 

• A veces, antes de la erupción los síntomas son parecidos a los de la gripe. 
• Algunas personas presentan primero una erupción, seguida de otros síntomas. 
• Otras solo tienen la erupción. 

Los síntomas de la viruela de los simios suelen iniciarse dentro de las tres semanas siguientes a la exposición al virus. Si una persona expuesta presenta síntomas parecidos a los de la gripe, normalmente desarrollará una erupción entre uno y cuatro días después. 

La viruela de los simios puede contagiarse desde el momento en que se inician los síntomas hasta que la erupción se ha curado, se han caído todas las costras y se ha formado una nueva capa de piel. La enfermedad suele durar entre dos y cuatro semanas. 

En la mayoría de los casos, los síntomas de la viruela de los simios desaparecen por sí solos a las pocas semanas. No obstante, en algunas personas la infección puede provocar complicaciones médicas e incluso la muerte. 

Los recién nacidos, los niños y las personas que tienen debilitado el sistema inmunitario tienen mayor riesgo de presentar síntomas más graves y de morir a causa de la viruela de los simios. Además, también se han notificado casos más graves en embarazadas y adultos jóvenes. 

Las complicaciones de la viruela de los simios incluyen infecciones cutáneas secundarias, neumonía, confusión y problemas oculares. Antes del brote de 2022, entre el 1 % y el 10 % de las personas que tenían la viruela de los simios murieron. Es importante tener en cuenta que las tasas de mortalidad en diferentes entornos pueden variar debido a diversos factores, como el acceso a la atención sanitaria. 

Pero, aunque las probabilidades de morir a causa de la viruela de los simios son relativamente bajas, la enfermedad puede ser muy dolorosa y debilitante. 

Si tiene una erupción nueva o inexplicable o alguno de los otros síntomas mencionados o ha tenido un contacto estrecho con una persona que tiene síntomas compatibles con la viruela de los simios, debe actuar así: 

• Aíslese y evite el contacto cercano con otras personas, sobre todo si implican contacto personal, piel con piel, incluidas las relaciones sexuales, hasta que un profesional sanitario le haya valorado. 
• Lávese las manos a menudo con agua y jabón o utilizando un desinfectante de manos de base de alcohólica. Si tiene una erupción, no se la toque, pues se la podría extender a otras partes del cuerpo y, además, podría retrasar la curación. 
• Pida cita a Infosalut Connecta (971 220 000) para que un profesional sanitario le atienda. 
• Si ha de salir de casa (por, ejemplo para acudir a un centro sanitario), tiene que llevar puesta una mascarilla (quirúrgica o FFP2). 
• Piense en las personas con quienes haya tenido contacto estrecho (a menos de un metro), personal o sexual, durante los últimos veintiún días. Para ayudar a detener la propagación de la enfermedad, es posible que se le pida que comparta esta información si se le ha diagnosticado viruela de los simios. 

• Evite el contacto estrecho, piel con piel, con personas que tengan una erupción parecida a la de la viruela de los simios o que sospechen que tienen la enfermedad: 
  • No toque la erupción ni las costras de una persona que tenga la viruela de los simios. 
  • No bese o abrace a una persona que tenga la viruela de los simios ni tenga relaciones sexuales con ella. 

• Evite el contacto con objetos y materiales que haya usado una persona que tenga la viruela de los simios: 
  
  • No comparta utensilios para comer o beber. 
  • No manipule ni toque la ropa de cama, las toallas ni la ropa personal de alguien que tenga la viruela de los simios. Si es imprescindible e inevitable, (por ejemplo, los cuidadores) es necesario equiparse con una mascarilla FFP2, guantes y ropa que cubra todo el cuerpo. 
• Lávese las manos a menudo con agua y jabón o utilizando un desinfectante de manos de base de alcohólica, especialmente antes de comer o tocarse la cara y después de ir al baño. 

Idealmente, las personas que tienen la viruela de los simios tienen que estar aisladas mientras dure la enfermedad, normalmente de dos a cuatro semanas. 

Si tiene usted la viruela de los simios, su profesional sanitario de referencia le aconsejará si tienen que atenderle en un hospital o a domicilio. Dependerá de la gravedad de los síntomas, de si tiene factores de riesgo que le pongan en riesgo de sufrir síntomas más graves y de si hay que reducir el riesgo de infectar a cualquier conviviente. 

Si tiene que aislarse en casa se le explicará con detalle cómo debe hacerlo. De todas maneras, si no puede estar completamente aislado mientras dure la enfermedad, debería hacer lo siguiente: 

• Mientras tenga síntomas con fiebre o cualquier síntoma respiratorio (incluyendo dolor de garganta, congestión nasal o tos), ha de estar aislado en casa y lejos de otras personas, salvo que sea necesario acudir a un centro sanitario o haya una emergencia: 
  • Ello incluye evitar el contacto estrecho o físico (a menos de un metro), con otras personas y animales, incluidos los domésticos (gatos, perros, hámsteres, etc.), el ganado y la fauna salvaje.
  • Cúbrase las erupciones, lleve puesta una mascarilla quirúrgica o FFP2 cubriendo la nariz y la boca y bien ajustada (más información en el punto siguiente) y evite tomar el transporte público al salir de casa si es necesario para recibir atención médica o por una emergencia. 

• Mientras persista la erupción pero no tenga fiebre o síntomas respiratorios: 
  • Cúbrase todas las erupciones cutáneas cuanto sea posible usando mangas largas, pantalones largos o vendas. Si también tiene una erupción en las manos, póngase guantes para cubrirla.  
  • Lleve puesta una mascarilla quirúrgica o FFP2 cubriendo la nariz y la boca y bien ajustada, para evitar propagar las secreciones orales y respiratorias al interactuar con otras personas, hasta que la erupción y el resto de los síntomas se hayan resuelto. 
  • Ha de llevar la mascarilla bien ajustada a la cara, sin huecos en los bordes ni alrededor de la nariz. 
     
• Hasta que todos los signos y síntomas se hayan resuelto completamente, ha de actuar así: 
  • No comparta con otras personas o animales objetos que haya usado o manipulado. Lave o desinfecte (con agua y jabón y un desinfectante doméstico) esos objetos y las superficies que haya tocado o rozado con alguna lesión. 
  • No permita que otra persona le lave la ropa (la personal, la de cama y las toallas), tiene que lavarla usted mismo: recójala con cuidado y sin sacudirla, métala en una bolsa de plástico para llevarla a la lavadora y lávela con agua caliente, como mínimo a 60 °C. 
  • Evite el contacto físico estrecho con otras personas, incluido el contacto sexual o íntimo. 
  • Evite compartir platos y otros utensilios para comer o beber. En cualquier caso, tienen que lavarse y desinfectarse antes de que otras personas los usen. 
  • Evite los aglomeraciones y los lugares de reunión. 
  • Lávese las manos a menudo con agua y jabón o utilizando un desinfectante de manos de base de alcohólica, especialmente después de tener contacto directo con las erupciones.