La pandemia del SARS-CoV-2, que ha durado más de tres años, ha supuesto un verdadero reto para la gestión del sistema sanitario. Ha requerido un incremento de recursos humanos, la creación de infraestructuras nuevas y la adquisición de cantidades ingentes de material de protección, pero también ha supuesto la reestructuración de los circuitos asistenciales, la movilización constante de muchos de profesionales y la puesta en práctica de una manera de hacer trabajo absolutamente colaborativo y coordinada entre todas las instituciones públicas y los agentes sociales.
Esta memoria de actuaciones nos tiene que servir para recordar todo el que hemos aprendido y ser conscientes de los puntos de mejora, en muchos de los cuales las comunidades autónomas ya trabajamos de manera conjunta y coordinada con el Ministerio de Sanidad.