Según la Organización Mundial de la Salud, más de 800.000 personas mueren cada año por suicidio, que es la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 19 años.
En 2018, el suicidio fue la principal causa de muerte no natural en España. La tasa estatal fue de 7,57 personas fallecidas por cada 100.000 habitantes, es decir, se contabilizaron 3.539 fallecimientos por esta causa. En las Islas Baleares ese mismo año murieron 71 personas por suicidio; la tasa fue de 6,29 por cada 100.000, pero la del grupo de edad de 15 a 19 años fue de 7,01 por cada 100.000.
Se estima que por cada suicidio ha habido entre 10 y 30 tentativas. Esa cifra asciende hasta una horquilla de 100 a 200 tentativas por cada suicidio en la adolescencia. Además, por cada suicidio quedan afectadas para siempre entre 6 y 10 personas del entorno de la víctima, que a su vez se convierten en víctimas supervivientes de la pérdida. Por lo tanto, se trata de un problema grave de salud pública, que es necesario abordar.
Se sabe que los suicidios son prevenibles. Pero para que las respuestas sean eficaces se requiere una estrategia integral multisectorial de prevención de ámbito estatal.
En 2014, la Organización Mundial de la Salud declaró la prevención del suicidio como un imperativo global e instó a todos los estados del mundo a impulsar y establecer estrategias integrales de prevención. Por este motivo, la Consejería de Salud y Consumo —por medio del Plan Estratégico de Salud Mental 2016-2022— decidió priorizar la creación del Observatorio del Suicidio en el seno del Servicio de Salud de las Islas Baleares. Algunos de sus objetivos son impulsar acciones encaminadas a la prevención, la detección y el abordaje de la conducta suicida; elaborar protocolos de actuación para diferentes colectivos vulnerables, y mejorar los canales de derivación, comunicación y gestión de casos entre los profesionales de la salud y los de otros ámbitos.
Esta guía está dirigida a los profesionales de los centros educativos (docentes, equipos de orientación, personal no docente, etc.) y al conjunto de profesionales que, de una manera u otra, están vinculados a aquellos (equipos de Consulta Jove, policías tutores, trabajadores sociales, educadores de calle, etc.).
Todos podemos tener un papel importante en la prevención del suicidio, pues es un problema global y multicausal, en el que es difícil intervenir y son esenciales la difusión apropiada de la información y la sensibilización del problema a fin de que los programas de prevención tengan éxito.
Los programas de prevención, la educación para la salud y la mejora de la convivencia en los centros educativos obtienen mejores resultados con la participación de la comunidad y la aprobación de los equipos directivos y la comunidad educativa (familias, personal docente y alumnado). Siguiendo esta directriz, en las Islas Baleares disponemos del programa CEPS (por Centros Educativos Promotores de la Salud), que pretende facilitar que toda la comunidad educativa adopte modelos de vida saludables en un entorno favorable para la salud.
Hay que considerar que el establecimiento de distintas estrategias preventivas y una intervención rápida y decidida del profesorado pueden llegar a salvar vidas de alumnos. En algunos casos, la intervención consistirá en avisar a su familia o quienes tienen la tutela legal o bien activar los servicios de emergencias o sanitarios oportunos para que valoren la situación e intervengan. La mayoría de los centros educativos tienen identificados sus propios recursos de zona: equipos de los centros de salud, que les pueden asesorar en temas relacionados con la salud; policías especializados en la infancia, y servicios sociales y de protección de menores. Asimismo, algunos centros de educación secundaria disponen de Consulta Jove, en la que se puede detectar alumnos en riesgo autolítico y emprender las actuaciones oportunas cuando se identifiquen casos, coordinándose con el equipo de salud, CoorEducaSalutMental u otros dispositivos.
Esta guía pretende facilitar información sobre la conducta suicida, facilitar las claves para reconocer los factores de riesgo, dar a conocer los factores protectores, mostrar el modo de afrontar el problema e indicar cómo actuar en cada situación que se detecte, todo ello en el ámbito de los centros educativos de las Islas Baleares.
Descargar la Guía para la prevención y el primer abordaje de la conducta suicida en los centros educativos de las Islas Baleares