Boletines de la Oficina de Seguridad

Servicio de Salud de las Islas Baleares

Boletín núm. 130: Seguridad en el uso de dispositivos conectados

En un mundo cada vez más conectado, los dispositivos wearables (en español, conectados o tecnológicos) han revolucionado la forma en que monitoreamos nuestro bienestar físico y hábitos diarios. Desde relojes inteligentes hasta pulseras de actividad y monitores de salud, estos dispositivos portátiles recopilan una cantidad significativa de datos personales, incluyendo ubicaciones geográficas, patrones de sueño, niveles de actividad física y, en algunos casos, incluso métricas biométricas como ritmo cardíaco o electrocardiogramas. Sin embargo, esta recopilación masiva de información sensible plantea preocupaciones significativas en términos de seguridad y privacidad.

 

Comprender el riesgo

Los dispositivos conectados son una fuente rica de datos personales que pueden convertirse en un objetivo atractivo para los hackers, por lo que se tienen que tomar medidas adecuadas para protegerlos. Estos dispositivos suelen conectarse a aplicaciones móviles que gestionan la información recopilada, lo que puede ser vulnerado si la conexión no es segura o si los servidores del fabricante no están protegidos adecuadamente. Además, las conexiones inalámbricas, como Bluetooth, pueden ser explotadas por ciberdelincuentes para acceder a los datos transmitidos.

 

Buenas prácticas para la seguridad

Para mitigar estos riesgos, es crucial adoptar prácticas de seguridad efectivas como las siguientes:

 

  • Actualizaciones regulares: los fabricantes lanzan actualizaciones de software que corrigen vulnerabilidades de seguridad y mejoran el rendimiento del dispositivo. Mantener el firmware y las aplicaciones asociadas actualizados es esencial para proteger contra exploits conocidos.
  • Contraseñas fuertes: utilizar contraseñas o patrones de desbloqueo fuertes y únicos es fundamental. Las combinaciones de letras, números y símbolos son las más seguras.
  • Encriptación de datos: verificar si el dispositivo ofrece encriptación para los datos almacenados y transmitidos es crucial. La encriptación es un método eficaz para proteger la información incluso si se intercepta durante la transmisión.
  • Conexiones seguras: evitar conectar los dispositivos wearables a redes wifi públicas o no seguras es vital, ya que estas pueden ser fácilmente explotadas por hackers. Usar siempre conexiones privadas y aseguradas es la mejor opción.
  • Control de privacidad: revisar regularmente los ajustes de privacidad de las aplicaciones asociadas con el dispositivo wearable es esencial. Limitar el acceso a la información solo a aquellas aplicaciones que realmente necesite reduce el riesgo de filtraciones.
  • Autenticación en doble factor (2FA): activar la autenticación en dos pasos, si es posible, añade un nivel adicional de seguridad al acceder a los datos desde aplicaciones móviles o web asociadas.
  • Desconexión cuando no se usa: desactivar las conexiones Bluetooth y wifi cuando el dispositivo no está en uso reduce el riesgo de ser objeto de un ataque remoto.

 

Concienciación sobre la seguridad

La educación es una herramienta poderosa para proteger los dispositivos wearables. Mantenerse informado sobre las últimas amenazas de seguridad y las mejores prácticas recomendadas por expertos en ciberseguridad es crucial. Participar en foros, leer artículos especializados o asistir a seminarios web (webinars) puede ofrecer valiosos conocimientos sobre cómo mitigar los riesgos asociados a estos dispositivos.

 

Conclusión

A medida que la tecnología wearable avanza, también lo hace el potencial de riesgo para nuestra privacidad y seguridad. Al adoptar medidas proactivas como las mencionadas, podemos disfrutar de los beneficios de estos dispositivos mientras minimizamos los peligros asociados. La protección de nuestros datos personales es responsabilidad de todos. Con una actitud vigilante, podemos asegurar que la información recopilada por nuestros wearables permanezca segura.